martes, 10 de julio de 2007

Going forward
Tiemblo ante los acontecimientos futuros
y no tanto en si mismos como en sus resultados.
E.A. Poe
Llegué allí a las siete menos diez. Tendrás razón. Sabía que el resto llegaría a las nueve. Me adelanté para coquetear con el camarero. También porque no me gusta llegar en grupo. Nunca he aceptado las generalizaciones. Mucho menos cuando voy con el clan sudaca y las mexicanas. Casi no salgo con mexicanas, demasiadas exnovias sueltas por Madrid. Utilizo al clan sudaca en esos casos para neutralizar el desamparo. En especial los argentinos.
Mi camarero no estaba. Tendrás razón. Aproveché estar sola para pedir un rosado espumoso y sentirme una francesa intelectual. . Dicen que lo parezco cuando estoy triste. El vodka lo dejo para las tres de la mañana, aunque sea con arándano.En la barra Guillermo. En tercera persona para desligarlo del narrador. Vi cuando la botella de Jack Daniels. Dos copas. " Otro aficionado" pensé, aunque tu whisky fuera güisqui.
No me sentía triste. Ya se que el texto de la mañana lo parecía. Nadie me soporta mis tendencias suicidas. Será porque no las tengo. Pero estoy llena de tendencias.
Guillermo con sus juanitos, que no eran juanitos, olía a aeropuerto. Talvez por la mochila y el peinado sin cepillo. Entró al baño con las dos copas, lo observé. Salío con las copas vacías y yo me reí.
- Ven. Te invito una. Si quieres.
A falta del camarero no me quedó de otra.
Guillermo, un poco triste, un poco fingiendo la tristeza. Se quitó la mochila y se presentó. También fingió el acento argentino. Me dio risa saber que yo todavía tenía el sabor a mate de menta.
Se le escaparon dos palabras y supe que también era mexicano. Angustiado me contó la historia. Buscaba a su exnovia, desesperado, después de una llamada. Recordé una historia similar. Me dio ternura y me acabé el rosado, como cuando acabé mi historia.
El uruguayo dice que los mexicanos van por las calles con el anillo en la mano, buscando un dedo, quien sabe si a la mujer. La necesidad de tener algo. Habló de su literatura mientras bebió tres copas de güisqui. Sin parar. Me contó de la otra exnovia y de la exnovia buscada.
En mi cabeza: He´s kind of like you, wears blue jeans and hair just like he don´t care. He also threw away his love and left it for the others.
Nunca iré a un concierto de The Tiny. A menos que me vaya con un sueco.
Apareció mi camarero. Fingí ponerle más atención a Guillermo, realmente sólo me interesaba que mi camarero se acercara al ver mi falda. No es nada. Sólo que ese día Guillermo no me pareció tan interesante. Algo de sus ojos, pero ese día no lo encontré.
Sonó mi móvil. Cambio de planes. " en ese lugar hay mucho freakie".
Mi camarero sabe que me voy. Por eso me da un chupito de arándano.
Dejé a Guillermo con el número de mi móvil en la servilleta y la cuenta pagada.

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