viernes, 6 de julio de 2007

Heidy... después. ( h. al l.azul 28)


Y hoy vuela mi tristeza en un suspiro,
y se arrasan mis ojos, cuando miro
la ribera feliz donde hubo un sueño.
María del Pilar Sandoval.
En el tren, con su traje sastre, sus tacónes y sus mechas rubias, va Heidy.
Regresa a la montaña después de tanto tiempo. Va a ver a su abuelo pero sabe que ya no lo verá. Ha dejado la ciudad para ir escapando poco a poco a respirar aire puro. Leyó a Goncharóv y le apeteció volver. A talar troncos para romperse las uñas postizas. A beber leche de cabra y dejar salir la coca light. A comer pan y queso y olvidarse de Mc Donals. Guayabas que sustituyan los Kit kat.
Heidy deja los espectaculares y el tráfico para adentrarse en el verde y la lluvia. En la nieve del abuelo con su chimenea. El olor a madera y a viejo. Será una lástima que ya no esté el abuelo. Ya no escuchará sus tosidos ni sus gárgaras al amanecer. Quizá todavía esté la oveja. Lo mas probable es que no. Se la habrá llevado Pedro para hacer una cena de gala, o un ritual. ¿ y Pedro? Oyó decir que era un rockstar y que ahora vivía en Nueva York. Dicen que se viste de mujer y él dice que es "glam". Ya no podrá escalar con él. Clarita tampoco la estará esperándo. Clarita murió un día de tanta tristeza. Su hermosura no fue suficiente para encontrar al amor de su vida. Por eso Heidy decidió matarse trabajando, para olvidar a Clarita inmóvil y a Pedro con labial y pantalones entubados.
Heidy está de vacaciones, hoy. Olvidará su empresa multimarca y las quemaduras de la plancha de pelo en la cabeza. Por unas semanas. Apenas. Se dedicará a recordar y a escuchar... el silencio de la montaña. La montaña dónde aún no llega la urbe y sus ruidos.
Heidy que los últimos veranos ya no quiso visitar al abuelo porque se aburría. Ahora sólo quiere volver allí. Lamenta ya no ver al abuelo, ni poder leerle a la abuelita de Pedro. También se fue con el abuelo.
El tren ... lento.. mientras Heidy escucha a Mariah Carey, que no sabe por qué, le recuerda un poco a Pedro. Le arden las ingles por la depilación brasileña. Es que tenía pensado ir a Ibiza, pero se le cruzó Goncharóv y la muerte del perro.
A saber que encuentra. Si encuentra algo, si la cabaña de madera sigue en pie y aún el cielo es azul. Si todavía hay flores, porque hace mucho que no ve una. Si podrá dormir y despertar con los mofletes colorados. Si todavía está ahí su vestidito rojo y la foto de mamá.
Habrá que subir andando. Bueno quizá la lleve un taxi. Los taxis ahora llegan a todos lados.
Heidy, que quiere subir, quitarse los tacones y escuchar los regaños del abuelo que ya no está, el abuelo que siempre estará.

jueves, 5 de julio de 2007

con las alas entre las patas ( h. al l.a 27)


A veces, en un ímpetu te vuelves irritado
y tu violencia aplastada y tu coraje hiere,
y en otras, lacrimosa, suplica tu mirada
con el dolor de un alma que de dolor remuere
Francisco Villaespa.
Ayer. Con la danza funeraria de Bjork y Tom York en los oídos. La primer estrella. Tuve que detenerme a mirarla. Falta de deseos por pedir. Incapaz de hacerlos. Antes del cruce. La miré detenidamente, no le sostuve la mirada. Me preguntó ¿porqué? y no tuve respuesta para ella.
Lo que tuve fue una pequeña lluvia de gotitas heladas dentro del cuerpo y el escalofrío de la canción. Una regresión.
Era domingo. Curioso que todavía no odie los domingos. Me dieron la noticia por teléfono. Mis piernas no aguantaron la noticia. Fuerte en el estómago y caí hacia adelante. De boca contra el suelo. Tenían razón los maestros de teatro, ahí llega el dolor y las piernas no lo saben sostener. Estallé en lágrimas sin saber bien de dónde venían. Así quince horas hasta llegar al otro lado del océano. Recuerdo que la gente me hablaba. Veía sus bocas moverse, sentía y no sentía los abrazos. Escuchaba sus condolencias y sus "aqui estoy", "quiero estar contigo" " lo que necesites...". No encotraba sentido a tantas frases. ¿Qué necesito? pues... !que reviva!... era sólo una idea. No sé dónde estaba mi cabeza, ni mi corazón. Si es que algún día he sabido dónde están. Filas y filas de abrazos y yo sin poder parar de llorar. Todos con su luto y sus caras de funeral. Me llevaron a una pared, de mármol. "ahí está" . ¿Quién? ¿desde cuando? ¿en qué momento se transformó en un cuadro de mármol?
La primer semana no terminas de entender. Lloras, pero no sabes muy bien el porqué de la fuga de tus ojos. Primero fue la confusión, era tan grande que tenía que dormir abrazada al brazo de mi sobrino. Todas las noches. Él me consolaba con caricias en el cabello.
Estás y no estás. Estás porque si, porque todavía despiertas y huele a desayuno y a cama de mamá. Solo querer estar en la cama, acompañada, de quien sea. Sin tener que tomar decisiones.
Vino otra semana. Me sentí más sola que nunca. Aunque estaba rodeada de gente. No me faltó la amiga con la guitarra, ni la del oído , ni el amigo que invitó la cervezas, ni siquiera el amigo que se enamora de tu tristeza... o de algo de ti. Y que se enamoren de ti en un momento como ese, en el que sólo eres un títere llorón y ausente, pues tiene mérito... me distraigo...
Huí, para estar realmente sola y ver hasta dónde era capaz. Entonces estar sola. Sola de verdad, o bueno algo así. Te descubres, descubres a todos tus demonios y al verte te aterrorizas ante el monstruo que eres. Que somos. El dolor es inmenso, nada comparado con lo demás. Ni siquiera con los meses de terror al viejo que me golpeó, ni con la tristeza de los desamores, ni con la desilución... de la gente... del mundo... de la casa de mármol que pensabas era de seda. Por eso, tal vez todo te da igual. Rompía a llorar en todo momento. A media clase, en el metro, en el autobús, andando en las calles. Y a veces en la banqueta afuera de casa. Abrazándome las piernas para frenar el temblor del estómago. El dolor del cuerpo, de todo el cuerpo. Lo impresionante era lograrlo sin que lo notaran. Para eso se hace actriz uno. No se puede vivir para eso. Quizá para eso se tenga que vivir. Pierdes la fe en todo, en todos. Ahí, desde arriba, desde el umbral del dolor la humanidad te parece una masa tan desagradable, asquerosa, sin sentido. Todo sin sentido. Nunca vuelves a ser el mismo. Digan lo que digan. Una vez que entendiste a Nietzche no se vuelve atrás, aunque Cohelo esté de intenso.
Se te desintegra una parte. Se hace un hueco tan grande que a veces él mismo te despierta.
- ¿te imaginas despertar llorando?
No me lo imaginaba, lo hacía todos los días.
Sola, sin arrastrar a nadie a tu dolor, aunque a veces te mueras de ganas. Los buenos, los verdaderos, no se van, por más que intentes desecharlos. Pero tampoco están. Alguna vez escribí "quisiera abrazar tu dolor". Que imposibilidad la del ser humano. Te acercas por estar condenado.
Las cosas nunca vuelven a ser vistas como la primera vez. Por eso el descanso de reflexiones asuncionistas. Por eso la evasión.
- que tu capacidad de amar se haya reducido a esto....
Ya, lo sé. Lo entiendo. Todo se reduce con el tiempo. Sólo el dolor perdura, ¿no dicen eso los escritores?
Después de tanto dolor, de tanto llorar en el metro. Llegas al limbo de las emociones. Ya no sientes, no padeces, no te esfuerzas. Por eso me burlo de las historias de amor, será por su vulgaridad. Me río sobre los debates de las clases y de los autores. Ante la arrogancia de los intelectuales y la vanidad de los actores. Dejan de lastimarte, no es por orgullo, es porque da igual. Lo siento por el "amigo" que perdí al colgarle el teléfono, pero la verdad no me hace falta. Va a ser que al final sí soy Rosario Tijeras...con la pena.
Prescindes del ser humano y de sus estupideces. Luego te unes a él y adoras a Baco por las noches. Te pierdes en el furor de las ménades. Para adorar algo que te persuada del dolor. Hasta que llega la noche y la estrella, que es ella ¿por qué? . En el verde, aferrada al barandal te rompes de nuevo. Después de tanto tiempo de arrogancia. Otravez tiembla el vientre y los ojos, y las pestañas y los dedos. Y en el autobús no hay lugar. Otra vez en el hueco entre asiento y barra. Berreas, lloras y me troncho teníendo que sostenerme de la barra amarilla para no caerme. No importa que los pasajeros me vean, tanto. No me conocen. Pronto llegaré a casa, pondré The Coral dos calles antes y la sonrisa volverá en el baile de los pies y la cabeza. Entraré sonriendo y hablando de lo pesados que han sido los clientes y de las cosas que hablan los humanos... con las alas entre las patas... Por eso ahora un "no sé" me resulta la respuesta más sincera. Por eso ahora puedo escribir sobre eso, aunque sea con las alas entre las patas.

miércoles, 4 de julio de 2007

utensilios escolares (h.al l.azul 26)


Estas dolencias de amores
son las dolencias peores
porque ni matan ni mueren.
Ricardo León.
La tijera. La pobre tijera, enamoráda del Papel. Lo ve de lejos todos los días. Sabe que por las noches lo podrá tocar. Pero al tocarlo lo destroza, a cachitos. Aunque ella no quiera. Entonces ya no quiere tocarlo. Y muere de amor , si se puede morir de amor. Porque lo único que quiere es estar cerca de él y no puede, no debe, sabe que lo matará. Lo mata todas las noches. Cada vez que lo toca el Papel aúlla de dolor, y la Tijera, que con el Diurex se reía, ahora quiere aúllar ella también. Las tijeras tienen prohibido aúllar. Su sonido enredaría las agujetas y a las engrapadoras. Quisiera ser Engrapadora que sólo lastima un poquito al Papel. No se puede. Tiene que ser Tijera y destrozarlo. Para eso están hechas las tijeras. Tiembla cada vez que el Corrector acaricia al Papel. Se muere de celos. El Corrector lo sabe y disfruta verla temblar. Pobre tijera sin poder aúllar, sin poder llorar.
El Papel no se ha dado cuenta. Odia a la Tijera, por altiva y orgullosa. Porque lo lastíma todas las noches con su frialdad. Siempre tan dura y filosa. Por eso el Papel está enamorado de Lápiz, porque él si que lo consiente, le hace cosquillas y lo besa con cada punto suspensivo. Papel está fascinado con los etcéteras y los circulos concéntricos del Lápiz cuando está ocioso.
Pero todos saben, Pluma,Calculadora, Engrapadora y Clip, todos saben que el Lápiz siempre busca al Papel porque se siente solo. Nada más que por eso. el Papel no se da cuenta y piensa que es porque le gusta estar con él.
Ya llega la noche y Tijera otra vez intentará aúllar cuando mate al Papel.

martes, 3 de julio de 2007

parad ( h al l. azul 25)


Amantes, no toqueís, si quereís vida,
porque, entre un labio y otro colorado
amor está, de su veneno armado,
cual entre flor y flor siempre escondida.
Góngora
Que a ésta edad ya no se puede.
Los años han petrificado el amor.
Queda sólo el deseo, aunque parezca imposible.
Es irrisorio, que a ésta edad, quede el deseo entre vosotros.
Tened cuidado. Las máscaras cobran vida por las noches y vosotros ya habeís vivido aterrorizados por sus mismos demonios mucho tiempo.
Es engullir un fruto que no va a florecer. Un fruto que es veneno en vuestros labios. Y en los mios.
Aceptad la derrota y dar media vuelta.
No volvaís vuestros pasos en el camino. Siempre es un error.
Ya las canas no los dejan ver.
Las arrugas os están oleándo la razón.
Intentad escuchar el corazón, si es que todavía logran alcanzar los sonidos.
Los años ya no se repiten y estar enamorado del recuerdo es lo más peligroso.
¡Deteneos! amantes ególatras y mirad lo que ya no tienen sabiendo que vosotros lo arruínaisteis.

lunes, 2 de julio de 2007

Adiós! ( h. al l. a 24)


Ha sido nuestro amor como una nave
que se deja marchar sin pena alguna.
Atilio Garcia y Mellid
Dije que hasta que dejara el librito azul. Justo hoy me dejó. Todo se ve como se quiera ver.
No es que no me importe. Es que es la sexta vez en dos años. Los adioses ya no me suponen tristeza. Me suponen buenos recuerdos. Simplicidad, para facilitar el día con día.
No pude evitar sentir la tristeza en sus miradas. Por eso mi arrogancia, mi desenfado, para evitar. Siempre evitar.
La verdad es que me sorprendí. Como últimamente la vida se esmera en sorprenderme, volví a hacerlo.
Llegué a esa casa esperándo nada. Es más, evitando algo. Cualquier tipo de contacto o de involucre. A veces las desiluciones te dejan marcado. Y eso que tengo muy buena facilidad para perdonar. Para cambiar el "chip". Pero olvidar... eso sí que lo llevo muy mal. Porque eso de que perdonar es olvidar es una gran mentira, una más.
Sin divagarme... Llegué a esa casa, en el culo del mundo. Empecé ausente, para así evitar conflictos. Pero el día con día te vuelve imposible la falta de contacto. Siempre me ha sido imposible no querer a la gente.
Con sus cartelitos en las puertas, sus topers de atún, sus chateos hasta las 3 am. Me conquistaron. Su no querer olvidar su "realidad", aferrándose a su pasado para que no dejara de ser presente. Tal vez por eso no me entendían.
Los primeros días que recorría la ciudad de extremo a extremo para llegar a dormir. El trayecto era llorando. El esfuerzo para llegar a casa y que no se notara era muy grande. Con el tiempo dejé de hacer esfuerzos. Realmente dejé de llorar. ( a veces) . Dormía los últimos veinte o quince minutos de metro y pensaba que iba a reventar. Pero a penas abría la puerta y las veía entraba la energía y la vibra a tope. Las ganas de convivir y hablar. ( será porque paso 8 horas al día hablando con una pantalla).
Pensaba no volver a confiar. Pero confié. No volver a abrirme, pero me abrí. Con las miradas ingenuas cuando no entendían el porqué del desamor en mis textos. Aún no lo puedo explicar. O sí, pero sería muy difícil. Pero bueno, me vino exelente un poco de esperanza, de inocencia. Esa que tienen ustedes dos. Saber que todavía, afortunadamente, hay gente que cree. Yo que sé tal vez a unos nos toca parir chayotes antes que a otros, o tal vez a otros nunca les toca. Ojalá el amor es lo que Andrea cree que es, ojalá el de ella sea así. Ojalá las amigas sean como a Abril le han tocado. Ojalá y yo esté equivocada y todo esto sea sólo una etapa.
Claro que voy a extrañar. Extrañaré llegar y ver en mi puerta "la homeless", bueno quizá eso lo recuerde día con día. jaja, lo recuerdo cada segundo. Extrañaré sus intentos por convinarme, sus preguntas como si yo fuera sexóloga, las desveladas con cualquiera que fuera el visitante, aún los parlanchines. Creo que no extrañaré a su "amiguiriki",menos mal.
Ustedes regresarán a su "realidad", que después, se darán cuenta que no era tan buena como creían, y querrán regresar. Seguramente no lo harán, como todos. Pero su "realidad" no volverá a ser la misma. Siempre tendrán la sensación de áquel sueño. Que a veces se convierte en neblina y que tampoco es tan bueno como van a creer.
Yo me quedaré aqui. Tal vez nos escribamos, seguro que no. Seguiré rolando, i haven't really found a place that i call home. Encontraré diferentes casas, diferentes gentes, nunca será la de ustedes. Eso se queda. Para bien. Aplicaré los 8,6 cuando tenga que aplicarlos, lo prometo. Seguro con el tiempo las veré en el pueblo, nos saludaremos y talvez hasta un café, ¡nel mejor un vodka!. No se emocionen dije sólo talvez. No sé cuánto durará mi etapa de "chica material" pero el tiempo que dure me acordaré de ustedes.
Tal vez, sólo tal vez, hubiera estado bien que les tocara mi yo anterior, el yo que creía en todo y que siempre vendrían tiempos mejores. Pero es lo que hay. En cierto modo todas las noches, a las 11.30 ustedes despertaban una parte de ése yo anterior, y ha sido divertido.
Un urra por haber festejado un desamor juntas! y el enfado de esperar las llamadas. Agradeceré las estrellitas y la leche que siempre me dejaban.
Faltó tiempo. Bueno quizá así está mejor.
Así que gracias y adiós. Que el futuro siempre sea mejor. ojalá...