lunes, 23 de mayo de 2011

la ultima letra

Entonces te pierdes. ya no existes en las líneas del radio, ni del teléfono. Navego buscándote y no hay respuesta.
Algo te tragó. Te tragaste a ti mismo para no pertenecerme. Me quedan unos cuantos mails en la bandeja que lleva tu nombre en mayúscula y con signos de admiración.
Cualquiera diría que fuiste mi amor imaginario. Si no fuera por esas palabras que parecen escritas en máquina de escribir. Internet esta borrando nuestra historia. En mi blog no se publican los textos que van para ti. Como si te los tragaras. O si alguien más, un pasado, uno de esos por los que me dejaste, quisiera protegerme.
Sería tan bueno que borrando los textos que hablan de ti el dolor se fuera disipando.
El extrañarte cuando miro el radio y tu nombre ya es sólo un A5 más. Te convertiste en A5 y eso quiere decir que ya no estás conectado conmigo. A5. Cuando llego a mi habitación. Una vez por semana y al acostarme no puedo decirte buenas noches. Cuando por la mañana tu mensaje ya no es mi desayuno.
Vuelvo a ti cuando miro la fuente que creías de Disney y te hipnotizaba, con la trompa hacia delante. Cómo los niños que miran por primera vez el castillo.
Al escuchar a Kinky y el Hu hu hu de Natalia Lafourcade.
Cuando vuelvo a meterme a mi bandeja de entrada y tu nombre compuesto ya no existe. Cuando todos mis mensajes son de facebook, de esa red que tú odiabas. De tu red enemiga. Esa es la única que rellena mi bandeja de entrada.
Ahora me quedas en canciones de Lucerito, de Yuri, de la señora Lupita y el nudo que ni el propóleo, ni la menta, ni los tés de la mañana han sabido diluir. Mexicana ochentera resagada. Los restos de mi hermana. Me alejaste, sin control, de la misma forma que me amaste me echas de tu vida.
Las cosas como empiezan se acaban, eso dijeron ayer.
Acabarás con la ultima letra que escriba de ti...