miércoles, 15 de febrero de 2012

na'mas entre cuervos de sirenas

Igual andaba na'más chateando. Con el Windex de Mr Músculo a mi lado y a treinta centímetros 3 estrellas y el portaretratos vacío. En eso te apareces. Cuando el árbol azotó la ventana de la sala levanté la cabeza y ahí andabas tú. Como sirena de las que hablamos ayer, las de Goethe. Con tu cabezota y tus alitas de cuervo. Te asomas por la ventana y me dices:

-Tons qué? ¿ya estuvo?
Yo casi riéndome, ni sé por qué te digo:
- pss va a ser que no.
- ¿sigues en las mismas o qué morris?
- pus no en las mismas pero tampoco en otras v...
y me limité antes de que me cayera el zape del amigo. Prohibido hablar así. Es de cholos, dicen.

- Ya fue
me dices.
- ya se, desde hace un chingo. Pero no se quiere ir. Ando de necia.
- La neta ni estoy
- sí me enteré. Andabas lejos ¿no?
- Andaba de luto
- yo bien colorida y que me apago cuate.
- aquí ya no hay tomate
- na'mas se quedó el rojo de mi sangre.
-no empieces morris que luego te pones mariquilla

me río porque tus palabras son las mías y extraño un chingo escucharme en ti.

- tons ya lárgate
Te digo cogiendo el Windex y limpiando mi computadora. El árbol está a punto de partirse en dos. El árbol al que llamo princesa todas las mañanas. No el de la mesa.
- es que ni estoy y tu sigues rayando las paredes y las vitrinas
-¿me escuchas cuando te hablo de noche, cuando estoy bien peda?
- escucho tus uñas cuando te las pintas de rosa.
-sí, me dijeron
- esos gueyes son bien chismosas
- es que les gusto a todos
-¿ves?
-na'mas quiero castrar
-se sabe, pero no andas tan equivocada.
- ya me voy, tengo que comprar un traje sastre.
- tú ni sabes usarlo, pero te ves cagada.
- me veo como me dejaste.
Te doy una galleta y te digo:
-dásela a ella, a mi ya no me gustan.
- puras tonterías contigo
- puras babosadas, pero ya caéle

tus alas de cuervo se van ríendo. Otravez gastritis y esquinas negras.

-Chale- me digo- esto no se acaba nunca.