lunes, 2 de mayo de 2011

Otra vez en ese colchon. El colchon que tiene espacio para todos mis yos.El colchón en el que me quedo , siempre, en la misma esquina. A llorarle al amor. De nuevo el dolor en el estómago, en la boca. La sensación de haber sido utilizada. De que las promesas, promesas. Esa palabra estúpida. como nosotros. como los humanos creando sentimientos-emociones que no son naturales. Son humanos y que asco.
Sin poder pegar ojo en toda la noche. Dandole vueltas y vueltas a la burla. Al reto que fui, que soy. Me niego, no quiero, ni debo volver a pasar por esto. Duele en cada parte, aunque se creía que no dolía tanto. Y ni se sabe qué duele.
me retiro de este juego-humano. Me he canssado y no doy más.
Ahora sólo el árbol, el libro y mi teatro. Ya no más compartir. ya no más intentar. Yo conmigo que es lo que me queda y es lo que hay.
No volver a sentirme de otro que no soy yo. Haber comprado su sueño y olvidado el mio.
Me retiro, señores, del negocio del amor. Nunca fui buena en matemáticas y menos en administración.
Con una reverencia felicito al retador y gran ganador de la jugada. Ojalá la recompensa sea buena. Ya que el premio no fui yo. Y pude haberlo sido.
Me retiro, señoras, del negocio del amor. Y me vuelvo de mi para mi. Para no volver al insomnio ni a los ojos inchados. Nada de espejismos, ni oasis en el desierto. Luego el despertar pesa demasiado, y no se yo, no se hoy si me este valiendo la pena.
Me duele demasiado. y no puedo leer, ni escribir bien, ni ver película. Sólo la mirada perdida y las imágenes duras en mi cabeza. Para dañarme más, para triturarme más.