viernes, 15 de abril de 2016

Que no se te olvide que yo soy una Maleta


Así como hay chicos que siempre han querido ser altos, y hacen lo posible porque sus amigos lo sean.
Así como hay chicas que siempre han querido ser rubias y gacen lo posible porque sus amigas lo sean,
Así como hay señoras que siempre han querido ser flacas  y hacen lo posible para que sus hijas lo sean.
Así como hay señores que siempre han querido tener bigote y hacen lo posible para q sus hijos lo tengan.
Así era esta mochila que siempre quiso ser maleta.
Mochila hacía que la llamaran Maleta en el barrio.
Como cuando a las señoras les dicen "buen día señora" contestan "llameme Señorita"
Como cuando a un hombre le dices "disculpe señor" y te contesta "llameme Licenciado"
Mochila, cuando le decían "¿Qué hay Mochi?" "Maleta para usted"

Mochila se levantaba todas las mañanas a hacer ejercicios de estiramiento, estiraba sus bolsillos laterales, los internos, frontales y hacía varios ejercicios de respiración para ahondar su cavidad principal.
Minimochila la veía desde la cama
 "Mamá, ven a acostarte otro ratito que hace frío"
  "No hija. Al que madruga Dios lo ayuda. Así que a levantarse y a trabajar para ser lo que uno quiere ser"

Minimochi cerraba sus ojitos (que eran 2 mini bolsos internos) y seguía durmiendo.

Mochila, después de sus ejercicios y respiraciones,  comenzaba la faena de rellenarse: una enciclopedia, una biblia, un diccionario, 2 sweteres, unos pantalones.

Por la calle:

-Mochi! ¿Cómo es que llevas tantas cosas? te vas a romper
- Mochi, me urge que me des unos consejos para que me quepa la mitad de lo que a ti.
-Ya ven chicas, es lo que tiene ser una Maleta

Entonces minimochi estiraba los plieguesitos de sus tirantes, orgullosa de su Mamá.

Mochila iba incrementando su espacio cada día, un día una falda de más, otro día unas zapatillas, otro día un desodorante. A veces probaba rellenando las esquinas con caramelos, cambiaba el orden de las cosas una y otra vez, se reacomodaba logrando que cada día entrara una cosa más, entonces miraba a su hija y le decía

"Porque tú y yo , mi amor, somos Maletas, que no se te olvide"

Minimochi no le daba mucha bola, a veces se enorgullecía de la capacidad  de su mamá, otras se avergonzaba cuando veía a las vecinas burlarse.

Una tarde, al cruzar la calle juntas, Mochila llevaba demasiadas cosas, avanzar era complicado y se arrastraba por el asfalto. Minimochi le dijo:

"Mamá ¿no crees que estás cargando mucho?"
"Hija, que no se te olvide que tú y yo somos Maletas"

Todavía noa cababa de decir esto cuando un perro feroz se avalanzó sobre ella, y de tres mordidas la destrozó. Minimochi quedo llorando en la banqueta. Comenzó a recoger una por una las cosas que su Mamá llevaba dentro. Las vecinas se acercaron a darle el pésame, a ofrecerle su asyuda. Minimochi, en silencio,  se metió todo lo que quedaba en el piso, y luego, cacho a chacho, los restos de su Mamá.

-Minimochi, no vas a poder con eso
-Mini mochi, para
-Minimochi , déjame ayudarte

Minimochi alzó sus tirantes y, mirando hacia su casa, les dijo

"Que no se les olvide que yo soy una Maleta".