miércoles, 21 de marzo de 2012

Las cosas que no haría si el temblor hubiera acabado conmigo.

Las cosas que no haría hecho si el temblor hubiera acabado conmigo.

Esta tarde no hubiera visto Drive con Chavira.
No hubiera pasado una tarde en la puerta del sol sentada con Otto inventando los pensamientos de los que caminan y bailando Bebe por Gran vía.
No me hubiera ido a Bielorusia un verano entero a aprender la lengua de ellos, de los de allá encontrándome al Vinuesa y decirle ¿Dios?
No le habría ganado la apuesta a Fabis de echarme a un guey en el antro antes que ella.
No hubiera esperado a Debby afuera de su trabajo en Paris para ir a tomarnos una coca light recordando a los amores de secundaria.
Diego Luna no me habría besado las piernas, en pantalla.
No me habría podido rapar.
No hubiera podido leer cien años de soledad en las alturas de una tetería.
No hubiera podido cantar en el Zócalo, a grito pelado, justo donde está la bandera.
No me habría llegado el momento de estudiar psicología con Eva y vivir juntas a los cincuenta en la aldea que nos sirvió de paraíso tantas veces.
No hubiera vivido en Nueva York y no hubiera conocido El Bolsón de la mano de Lilu.
No hubiera podido ridiculizar a Sergio y a Mimi en su boda.
No habría actuado una obra de Ricaño ni hubiera sido el personaje principal del Marques de Sade.
No hubiera visto a Lázaro Valiente en vivo.
No le habría podido decir al exnovio que me dejó por teléfono que tenía razón.
No habría ido al parque de atracciones con Boli y Piko y empaparnos de chocolate con agua.
No hubiera escrito mi obra maestra. Ni cantado la canción que me destapara las arterias.
Nunca habría tenido un iphone.
No hubiera sanado a nadie con mis poderes brujiles.
No hubiera escrito una obra con Antonio Rincon, ni hacer brujería con Sole, menos bailar mano a mano con Sandriux.
No descubriría la magia que Rafa descubre en los conciertos.
Me perdería de conocer a la primera novia formal del Chanclas.
De escuchar el concierto de mi Bebé en Bellas Artes.
De leer la primera novela de Gabrielito
De ver a la Nalfa en las portadas de la TVnovelas y Eres
De ver a Vaquero meter un gol con el Barza
De escuchar al Gordo gritar "ajuaa" en su primer caballo
De ver a Anita bailar flamenco frente a una bola de argentinos.
No hubiera visto a Piko morir en el Sahara aferrada a una estatuilla de Buda.

No sabría en qué terminó Hombres de Paco, ni Soy tu fan.
No hubiera escuchado a Wino quejarse por sus nueve meses de embarazo.
Me perdería de ver a Clara enamorarse locamente de una mujer, escritora, diez años mayor que ella.
Nunca habría podido viajar con Yara por todo Asia recolectando mis esferitas de cristal, bailando en cada bar en el que encontraramos a un musulmán.
Se me habría ido la tarde de tomar un café con leche de Olga, de hacerle cosquillas en los brazos y de escucharla reír como ornitorrinco.
Chavira no hubiera volado, o yo no lo hubiera visto.
No hubiera podido ser la primera actriz de Piero como primer director mexicano de cine.

El Pekas no me tendría a su lado cuando se convirtiera en el padrino de la mafia queretana.
No hubiera visto a Toño bailando bajo un régimen comunista, o quejándose de él.
me hubiera perdido de ver a mi mamá manejar su coche nuevo, el negro.
Me perdería de ver al Ponfi con el pelo verde leyendo a Bukowsky.

No vería a Evelina ser la reina de un table, haciendo performance con su doctor entachado.
Ni a Ana P sin sujetador citando a Jodorowsky antes de hacer una presentación sobre los derechos del hombre.
Ya no volvería a ver a Mono y a Klein bailar vaselina en el centro de la pista.
No hubiera leido a Mammet, ni a Miller, ni la tercera parte de 1q89, ni terminaría la divina comedia.
No me habría podido rapar.

Me perdería de ver a Lukiño con senos operados y alas de fuego. A Eva bailandole al rededor y a Esther y a Lucía verlos tomándose un Pacharán desde Praga.
La imagen de Ari haciendo un pastel gigante de caviar nunca se cumpliría.
No conocería al bebé de Guapo.
Nunca leería la novela de De Alba. Nunca la leeré.
Nunca habría tenido una hamaca en mi cuarto, ni una banquita de esas chiquitas de madera, ni los colibries de cristal.
No hubiera podido pasar otra noche entera abrazando a Piko, todo el tiempo.
No hubiera puesto el status más escandaloso de Facebook.
Ni ver a Giussepe en el circo de Kiev. O al Benja, porfin, transformado en mujer.
No hubiera visto a Lima llegar a ser senador, un senador ranchero.
Me perdería de ver a Pelón cantando Jeans, o Cristian Castro debajo de un puente, con tres vagabundos de colombia.

No hubiera podido volar con mis alas violetas. Ni entrar a la cámara nacional y reírme a carcajadas, o leerles un poema de la cubana sexosa, así en alto.
No hubiera besado a Pablito a su vuelta de Inglaterra.


Las cosas que no hubiera hecho.