viernes, 5 de mayo de 2023

Tu voz me dice (2/nosecuantas)

 Nos adelantamos del grupo, mientras me contabas tus últimos años de vida, por encima, lo formal para hablar con cualquier queretana. Yo te preguntaba de ti. Tú no me preguntabas de mi.  Pensé ¿sabrá entonces qué hago y quién soy?

Nos detuvimos para esperar a tus amigos. Recargué la michelada, que me acababa de comprar en el piso. La noviamadre del Bebé la tiró. 


  • ¿Te compramos otra?

  • No, dije. 


Sabiendo que odiabas esperar. 

y preferí tomarme esas horribles cervezas que no había elegido yo. 


Llegamos a la playa. El bebé me quiso levantar el vestido. 

-No estúpido.

-¿Qué? ¿No traes nada?

- No y ya veo a tus tetos amigos que cualquier cosa les sorprende y lo suben a su chat. 


Tú no me escuchaste, como si hubieras estado en un hechizo, desde los catorce, que te impedía escucharme. ¿Escucharnos? No sé, porque yo siempre escuché que tú me cuidabas. 


Tomamos esas cervezas  mirando al mar. Yo reclamaba al Bebé, haber comprado una chela tan horrible. Preguntaste cuales sí, pero no porque te interesara saber qué me gustaba. Tu amigo me contaba la historia de su más reciente desamor, tu amigo al que no recordaba de nada y él recordaba la fecha exacta en que nos habíamos visto por última vez. Yo entonces no sabía que, de alguna manera, yo era un fantasma de ustedes, entre ustedes.


Hiciste una selfie, para mandar al futuro esposo, y me sentí contenta de salir ahí, porque al futuro esposo le haría ilusión, aunque a mi, en ese momento, me daba igual dònde y con quién estaba. 


El futuro esposo va a estar feliz porque vine a su tierra, porque estoy con sus amigos, porque consumo los polvitos de los que siempre habla. Eso es lo único que pienso, mientras tu amigo me sigue contándo cómo lo dejaron y una parte de mi le aplaude a la morra que lo hizo. 


Critico a un amigo de ustedes, y ahí, hasta ese momento, me doy cuenta lo que lo quieren y defienden. Defienden, entre 3 una postura política que a mi me parece injusta, homofoba, y traidora. Vergûenza de los artistas. No se si defienden la postura o a su amigo, y justo cuando la mecha del pañuelo verde y el del arcoíris se va a encender, respiro, bajo. 


“Qué me importa lo que estos piensen, si ni los voy a volver a ver”


Irónico.


Escorpio remata con un último comentario que denota su capitalismo voráz, y como no lo conozco me giro hacia el mar. 


Y yo que pensé que éstos eran los hippies drogadictos, Ay Zizek, estamos lejos de llegar a donde dijiste.


Nos da frío y alguien nos espera en tu casa. Me subo al coche contigo y tu amigo el desamorado. 


  • ¿Entonces tomaste M?


y ahí inicia el camino hacia tu casa. 

 


jueves, 4 de mayo de 2023

Tu voz me dice (1/nosecuántas)

 Desperté con tu voz diciéndome


  • María José ¿Crees que las paredes puedan sostenerlo?


Abrí los ojos y rompí la imagen de las paredes que aparecían en mis sueños, para ver el vacío de mi cama sin ti. 

Abrí mi celular, antes de que se me olvide, tengo que decirle, que hoy, por primera vez, soñé con su voz. No lo puedo ver, pero su voz ya comenzó a manifestarse. Las metáforas de los sueños. 


“Hija, y pensar que las luciérnagas te lo anunciaron ese día”  Recuerdo a mi mamá. 

y es que el día que te reencontré, después de 10 años, o más, ningune de les dos lo registra, antes de caminar esos 45 minutos a la marisquería en la que estabas, nadaba sola en medio de un Cenote, y 2 libélulas se detuvieron en mis pantorrillas (acuario) a hacer el amor, parecía que se tocaban y se reían. 

“Claramente era una señal “ dice mi mamá, que a sus 70 años, sigue fantaseando con historias de amor. 


Abro nuestras cartas astrales. Dos ascendentes leo que se reencuentran en luna en escorpio y que buscan las lunas leoninas para volver a tocarse. 


En la marisquería estabas serio. Al verte, como siempre que te he visto, desde los catorce, sentí que eras un lugar seguro. Que absurdo sentir seguridad en el barco que probablemente me lleve al abismo. ¿Pero quién no se ha enamorado del capitán Garfio y de su cocodrilo?


Ya querías irte, pero yo había pedido una michelada, que tú entendiste como ensalada, y pusiste cara de agobio. Se ve que no te gusta esperar. 


-No, ensalada no. Nadamás una michelada.


Te cambió la expresión, sonreíste. Tiene prisa, pensé. Al salir fuimos al oxxo, El bebé, como le dices tú, me detuvo afuera, abrió su bolsita de polvos mágicos.


-Toma esto.

-Qué es?

-tú toma.


Tomé, porque ya sabía que si no tomaba no iba a parar de molestarme y que ademas ninguno de ustedes podía mantenerse sobrio y eso iba a ser aburridisimo. Al salir del Oxxo, caminé contigo. 


“Si hablo con él, todo va a estar bien” 


  • Seguro ya veniste a desayunar a aqui.

  • No, nunca he venido a Playa. Bueno, una vez estuve un par de horas nada más. 

  • ¿Enserio?


Y algo en tu voz, no se que fue, me hizo saber que esta vez iba a volver.