jueves, 17 de enero de 2008

Será. ( h al l.azul)


Tan solo indeciblemente vacía
¡No tener a nadie a quien poder dedicarle la vida!
Ibsen.
Supuso que algún día sería así. Fue llendo poco a poco, sin darse cuenta. O dándose cuenta de que no quería parar. De que parar aveces es la acción más imposible de lograr. Aunque sea la más cercana. Ahora cumple 45 y esta con el té de flrutas exóticas, Billy Holiday a tope. Sentada en el sofá masajeante mira hacia las paredes, tratando de relajarse, escucharse un poco a ciegas y a lo lejos para no gritar. A su alrededor las lamparas son negras y rojas. Como siempre lo había querido. No le faltan fotos en el mural de la única habitación que no es minimalista. La habitación que la hace ser normal y menos fría. La habitación del recuerdo, de los amores, de la vida en multicolor. El té se está enfriando y emieza a comerse las frutillas, las flores. "Es pecado desperdiciar", escuchó a su mamá. ¿Habría ella desperdiciado algo? Desperdiciar puede ser voluntario, puede ser inconsciente. Pudo habersele ido de las manos antes de tocarlo. Los sueños. Había cumplido casi todos. Estaba de pie dónde siempre quiso estar. Siempre desde que supo dónde quería. Ahora sí la casa huele a incienso de la india y las ventanas dan al mar. El librero tiene todo lo que la ha llevado a dónde quería. Hay una muñeca y la repisa de las bolitas soñadoras. Todo está en su sitio. En el sitio dónde quiso que estuvieran. Con ella, en ella. Satisfecha de haber podido vivir lo que vivió. SE acaba la última flor y Billy, como siempre la hace llorar. Serán las extrañas frutas que cuelgan de los árboles. Será que el dolor de Billy resuena por las paredes, y los techos, y las ventanas y las olas. Le devuelve la sensación de vacío. De haber dado tanto y seguir sintiendo que jamás ha dado lo que le pidieron que diera. Que seguramente ya no lo dará. Se ve las manos, tocándose una con la otra. Tocarse las manos es hacer una reconección con el resto de tu cuerpo, conectarse consigomisma. Está perdida entre ella y lo que ella quiso ser que ahora es. Alza la vista y el espejo le resalta las canas, le hace burla. Una burla juguetona. Siempre tuvo buena relación con los espejos. Le gustán por mentirosos y criminales. Capaces de matar y de vivir engañando a su visitante. Los espejos son anfitriones bastante volubles. Por eso siempre le han gustado. Porque, como ella, odian la monotonía. Les encanta sorprender cuando menos lo esperaban. Porque son transparentes y llenos de reflejos. Porque están llenos de historias semi intensas que muchas veces nisiquiera llegan a ser tragicomedias. Son. Así que 7 canas más, otra arruga en la nariz. Sonríe acariciándola. Al tiempo que esboza la sonrisa cae la lagrima. Por el ojo derecho que siempre es el traidor.
El incienso se está acabando, ya no queda té en el pozillo. Se quita la ropa frente al espejo. Se reconoce más débil. Tiembla al caminar hacia la cama. Se recuesta entre las olas y las estrellas que nunca quiso despegar. Aún así se siente mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

WOOW
CHUCK PALAHUNIUK ..... EN ESPAÑOL.

J.RUBEN.

limbocolectivo dijo...

laberinto de espejos interior. yea!