sábado, 10 de noviembre de 2007

chicas-animal. ( h al l. azul)


Ve cómo los hombres se vuelven
animales
Y cómo los animales se vuelven ángeles
Y sólo uno irrumpe y hace un lirio de si mismo
Sofia de Mello Breyner
No es el hecho de que sea un antro. Bueno quizá si. Me siento arrugado, pegostioso, sucio. De todas maneras siento cómo las arañas estan comiéndose mis intestinos. Haciendo fiesta en el estómago y sé que pronto subirán a la garganta. Necesito una chica-araña. Que me llegue a la yugular. Que cuando me muerda se convierta en mariposa. Sé que aqui no. Sé que aqui encontraré a una chica-lagartija. De las que te besan y se escapan. De las que besas y les arrancas la cola. Aunque pienses que no. Cada beso es una cola menos, una cola arrancada. Creemos que somos conscientes de la regeneración. No siempre la hay.
Entonces las arañas bajan a mi pelvis y me ponen a bailar. Hacia adelante, hacia atrás. Chicas-leopardo, chicas-lombriz. Una que otra chica-escarabajo. Yo atrás, ellas adelante. Bacardi. Y cuando mis arañas. Porque son las arañas, no soy yo, las tocan, a las chicas. Aunque sean chicas-grillo. Canto de arañas. Se duermen, tal vez sólo se van arrullando. Después del golpeteo. Movimientos de cuna que las arrulla. Una sube a la garganta y se escapa para robarle un beso a la chica-gorila. Que no siempre es chica-gorila, por dentro puede ser chica-lagartija. Es chica-lagartija. Una cola más para la colección. Sólo lo sé al separar a mi araña de su boca.
Parece que las arañas duermen, sólo estan soñando y cuando empieza el sueño es la revolución. Llegan hasta los pies y los brazos son incontrolables. Mis arañas atrapan a la chica-gorila que ahora es chica-lagartija y la llevan al coche. No soy yo, son las arañas. Entonces en el coche hay fiesta. Las arañas se suben al techo, al retrovisor, a los cristales, en el volante. Brincan en el asiento trasero y más colas bailando con las arañas. A ratos parecen peleas. Peleas de colas de lagartija y arañas. Nunca se sabe quien gana. Entonces el coche suda, hay que bajar porque viene la campana de cenicienta y mi coche será calabaza.
Salimos y la chica vuelve a ser chica-gorila. Afuera hay una pareja de perros. Nos ven con las orejas bajas. Creo que uno de los perros llora, y posa su pata sobre la perra.

5 comentarios:

pepe dijo...

es otra máquina... yo sé.

me gusta!

zombie, nos vemos pronto

Anónimo dijo...

hola que te vaya bien miguis.....

Anónimo dijo...

TU PUEDES....

Anónimo dijo...

TU PUEDES BRUJITA.....

hada asesina dijo...

gracias anónimo. no se kien seas,pero los dibujos no son mios. ya me gustaría. No le he dado al arte del dibujo.