miércoles, 7 de noviembre de 2007

best youth ( h. al .l azul)


Tu hoy es tu pasado de mañana.
Lucien Auger.
Ayer, que es hoy, silbé al salir del metro, al momento cayó la bolsa con las llaves, abrí la puerta de atrás. Entré de nuevo. Como todos esos días que siguen siendo del hoy y también fueron de ayer. Es que nunca te das cuenta cuando es y cuando fue. Hasta que ya no está. Que tampoco sabes si volverá a estar.
Unas veces pones puntos suspensivos y los relllenas mentalmente con (no sé bien que está pasando y que pasará). Páginas después, regresas, y ahora esos puntos suspensivos significan ( la historia acabó ahí). Sin sandías ni margaritas. Hoy toco a su puerta pero mañana voy a pensar en hoy como ayer y nunca en eso.
No hace mucho pasé las noches en una mini habitación, abrazada a un peluche, sintiéndome feliz por la soledad. Extrañando a personajes que hoy bagamente dibujan algo en mi vida. Lo que yo soy o fui para ellos, o lo que ellos fueron y son para mi. En las mesas entra y sale la gente. A veces los mismos clientes, otras silas vacías. Siempre hay alguien que la rellene. Ayer escuché Microchips en mi cocina, hoy lo escucho que lo escuchaba en el ordenador. Pero ya no estoy bailando. Quizá porque no quepo en esta cocina. O porque he caminado mucho y estoy cansada , o porque estoy escribiendo.
Ayer y hoy, todo lo determina el cabello de la niña, hasta que se hace mayor

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