jueves, 24 de mayo de 2007

sin cerrar guardando para poder quemar

"¡Ah perder la memoria!

qué pureza!"


Lupita D'lessio: Hoy voy a cambiar...
Cuerdas y Madera: Al señor ropavejero...
Dido: it's taking me a while to see...
algún grupo cuyo nombre no recuerdo: como una serpiete... hoy voy a cambiar de piel


Adiós, adiós, adiós.

Hoy los mato.
No puedo seguir guardándolos, esperando que vuelvan metamorfeados.
Se van, pero no se marcharán andando y los miraré alejarse diciéndo adiós.
No cambiaré de libro, ni de página.
No los enterraré porque tengo miedo a que pase como en las peliculas de Freddy y algún día que este paseando por el césped, salga la mano y me agarre el pie y me entierre junto con ellos.
Ni pensar en meterlos en una bolita de cristal y guardarlos en el closet. A veces las bolitas explotan y te dejan salpicada por mucho tiempo.
Nada de reciclar, esas son mariconadas.


Hoy los asesinaré.

Hasta luego los recuerdos.
Y maldita sea mi memoria por específica y perfecta.
Asi que lo siento, pero sin clasificaciones ni preferencias.
Todo, absolutamente todo se va.
Lo bueno, lo malo y lo regular.
Mataré a la memoria junto con la culpa.
Muchas noches acostándome sabiendo que vienen a por mi y que seguirá pasando todas las veladas.
hasta los muertos mueren
Empezaré por reunir cosa por cosa.
Las falditas de niña semihippie- semi fodonga.
Los uniformes verdes de una y dos escuelas, las liguitas de colores y calcetas altas.
Tardes de volyball, de natación y capoeira.
El tinte rojo, azul, verde, naranja y marrón. El rimel azul y verde.
Impulse spice y delineados obscuros de boca.
Golpes de veinte contra uno, concursos de poesias ( las mismas cada año, por cierto)
Adiós barby girl, oh carolina, macarena. Pasamos a moulange rouge, las cosas que vives y coco yambo. Pero con ustedes jeremy, all apologyes, the green eyes. ¿Y porqué no? three little birds, my sweet prince, rocket brothers.
No más noches en la punta de los arcos, ni tardes de kahuamas, ni siquiera flores al llegar a casa.
En una caja van Hesse, Marquez, Bukowsky, Goethe, Kerouak, Borges y Cortázar (aunque sangre mil veces). Los acompañarán Ibsen, Valle-Inclan, Sinistierra. Será terrible pero tendrá que ser. Adiós a Dostoievsky, Camus y Chejov. Ha sido demasiado. Hasta luego, porfin, a Shakespeare, me ha enseñado todo lo que no quería saber.
Lo siento por los buenos, pero es necesario, si no arranco todo la hiedra volverá a crecer.
Bye a las granadas con azúcar en casa de la abuelita, a los juegos de las torugas ninja y a las invocaciones a la bisabuela.
No podré dejar los concursos de limones y las bromas telefónicas, ni los juegos a las hermanas.
Mejor no detenerse en el continental hasta las tres de la madrugada, los columpios cantando ella baila sola ni el homenaje a los gansitos.
Me despido de las tardes Disney, las marometas de un caballo llamado Borodin, y un exnovio sanmiguelense llamado Cristopher ¿o Cristóbalin?
Borrón a la habitación de resaca de aquella casa en alquiler. De la chica del bikiny azul, y el tocadiscos donde empecé a cantar.
Partirá el miedo al tío chiflado y a la mujer del pelo verde.
El respeto por la gran señora y sus ochocientos hijos, nietos y primos de los primos.
Las porras y cantos a las ocho de la mañana y los regaderazos de cinco minutos por cabeza.
Sin divisiones familiares. Y clasificaciones de hermanos.
Sin Interpol y disfraces de judíos.
Sin tardes de piscina y venado asado.
Adiós a los ranchos y granjas con sus primeros besos.
Mataré también a las coreografias a grupo.
A las tardes de los dieciseis llorando por los home runs.
Dias enteros de clubs, tenis y gorditas pidiendo dos pesones.
Muera ya la casa de la pequeña duende del lago y sus aventuras en el campo.
Se irá con las madrugadas de reyes, domingos de carne asada y bailes en la cocina.
Lunares bautizados, micheladas de a litros y besos sabor a quesadilla.
Todo junto, en el mismo paquete. No hay más tiempo.
intento barato de punk-anarquista
intento barato de discípula de Bob Marley.
intento barato de intelectual
intento barato de Amelié o chica pulp.
¡Nada de filosofía ni literatura!
Todo en una habitación. Y claro que no me voy a meter a descubrir su olor y formar parte de la putrefacción. Porsupuesto que no.
Los ahogaré a todos. Los asfixiaré con el humo de los cigarros que odio por la mañana.
Hasta que mueran. Hasta que desaparezcan y la memoria quede vacia.
Sin recriminaciones ni satisfacción.
Un adiós. Lento pero seguro. Dolerá y lloraré ( como siempre).
Y ahí, cuando haya quemado incluso las cenizas.
Miraré a la puerta. La habitación ardiendo y yo :
Gracias por participar
Ahí sacaré el vestido nuevo de crinolina, los zapatos nuevos de tacón y un nuevo labial.
Me sentaré en la biblioteca a escojer el primer libro que hable. Sin autores rimbombantes ni recomendados. Y tal vez, solo tal vez, me fumaré un cigarro.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Dichosos los olvidadizos por que seran libres hasta de sus errores...

Me gusto un chingo

tqm
Krnalito

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Miguis! tienes mucho sueño verdad? pobre miguis... Wy q texto tan trista. La neta me encanto! jeje Dice la mocosa castrosa q vale ya de tanto sentimentalismo!

Cuando quieras vemos otra peli.. prometo no dormirme!

Anónimo dijo...

El texto es triste, no trista... pero esq estoy un poco dormida porq me levante casi a las 11! jeje

Anónimo dijo...

excelente, y entonces todo se alimentarà con la gracia de una danza de caracolas. el misterio de la fragildad se oculta en la facilidad con la que se puede conseguir el olvido. polaroids y la vieja esfera, nada se parece. un viejo amigo me decìa con poca delicadeza...mira, la única fórmula para el adios, son las cosas que ya conocemos...tenìa razòn. y entonces, esa mañana de torrijas llorè, porque me di cuenta de que no me falta lo que durante tanto tiempo me ha faltado. maravilloso texto.

Anónimo dijo...

Hay momentos en que uno se tiene que decidir y dejar todo atras, porque ya se intentò todo y la ùnica soluciòn es pararse valientemente, enfrentar al mundo y entonces partir. El corazòn deztrozado quiere regresar y uno le dirà que aquello acabo y que tenemos que volver a empezar.
El tiempo pasarà y habrà momentos como este en que por casualidad nos toparemos con algo que nos harà recordar y llorar.
Sabremos que tomamos la decisiòn correcta.

Me hiciste recordar