viernes, 21 de junio de 2013

¿Quién faltará en mi cama?

Despierto, miro al ladito de mi. Como que pienso que algo falta. No se si seas tu o alguien más. No se si sean los que me visitaron por la noche, mientras dormía abrazada a mis perros, a los de peluche, pero esta mañana cuando me despertó mi casera con interrogaciones puse el móvil en silencio, miré a mi ladito, luego a la ventana, gris, lloviendo y me entraron ganas de llorar.
No sé si faltas tú en mi cama, o nada más echo de menos algo, o nadamás es la lluvia y el mal viento, o nadamás es mi casera que me despertó antes de tiempo.
¿Quién faltará en mi cama? Como si estuviera de resaca y eso que ayer no quise tomar para que no me pasara esto, para no despertar con angustia y la lluvia en el estómago y el ahogo en la garganta. Hay pocas cosas que mi papá me ha enseñado, y una de ellas es a no beber cuando uno siente como un río gris que la atraviesa de la coronilla a las plantas. Así que me dediqué al agua y al disfraz de la huérfana, a la trenza del lado y al ¿cuándo estuve aquí? Por eso volví a casa temprano, como esperando que hubiera alguien, algo, una letra.  Por eso me acosté con un té, una mascarilla y el diario a mi lado, para expulsar antes de dormir y no quedarme con nada. Para que las páginas blancas fueran mis complices en la dimensión a la que iba.
Despierto, miro al ladito de mi y las páginas me dejaron sola en la aventrura. Esta también se me pasará, ésta antes que las demás porque ya tengo 28, y a ratos, cuando ando por las calles me siento libre, fue sólo despertar en esta cama, después de ver como anoche uno más buscaba el amor en mi mirada y en mi ya no había nada, no hacía él, ni el deseo, nadamás el cariño y las gracias del pasado.
¿Quién faltará en mi cama? porque ayer me pude haber acostado con el que quisiera y no lo quise, y preferí mi té y mi libro y mi lámpara, pero esta mañana estaba el vacío y lo sentí, lo siento en la garganta y en la boca del estómago.

Habrá que esperar, como otras veces, a que esto se pase. Habrá que salir bajo la lluvia, habrá que cruzar la ciudad búscando dinero y otras ideas, habrá que salir de la ciudad e irse a refuigiar en el pueblo vecino que tanto daño nos ha hecho, porque cuando el desamor el enemigo es el mejor consejero. Habrá que pasar 2 días, o 3 visitando al pasado para recordarnos el presente y seguir sonriendo y volver a la cama y encontrarla ocupada. Habrá que irse preguntando.

¿Quién faltará en mi cama?
¿Qué falta en mi cama?
¿Falto yo en mi cama?

2 comentarios:

Devitt dijo...

No es bueno meterte donde no te llaman pero

¿Cómo sigues?

Es complicado sanar un corazón, y muchas veces no lo hace, pero supongo que de alguna u otra forma, todo debe continuar, inclusive el show.

hada asesina dijo...

no había visto esto... sigo devitt