lunes, 7 de julio de 2008

Abro los ojos cuando no estás tù. Cuando creo que desaparecí. En el justo instante en que mis pupilas se enloquecen y buscan el redondo en el espiral. Amaneceres colgados en el tendedero de la cocina. Como cuando mordía alguna nariz después de una conversación en el parque, luego besar.Un cerebro sin preguntas porque no existen respuestas satisfactorias. La necesidad invisible del más allá Atontada por los alaridos de las golondrinas. Las abro y dentro el himen perdido de una madre llorona con su hijo en brazos.
Las paredes quebradas y el no pensar. El uno mas uno son tres y los cuadros en paralelos de la existencia pulmonar de las lagartijas.
Rizado y nudos, pero ahì. Sin olvidar las sonrisas que siempre son la antesala de algo.

1 comentario:

pepe dijo...

mm.. el mismo movil? (me lo pasas, jajaja)
extraño,
borregos piratas